Política
Crece el escándalo de las valijas sin control aduanero: el Gobierno cambió la versión y ahora justifica que no se revisaron
Según el titular de Aduana Juan Pazo, no controlaron las 10 valijas que trajo la liberticida Laura Arrieta en un avión privado, porque hubo “controles en Estados Unidos”. Se difundieron imágenes de la ex azafata evitando los controles de equipaje y crece el escándalo. Adorni había negado los hechos y había tildado de “mentiroso” al periodista Carlos Pagni.

En las últimas horas, el director ejecutivo de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, respaldó el accionar de la Aduana y ofreció una nueva explicación oficial sobre por qué no fueron inspeccionadas las 10 valijas que llegaron al país en un vuelo privado, traídas por la ex azafata y referente ultraderechista del CPAC, Laura Arrieta.
Según publicó
Perfil, el avión pertenecía al empresario y ex agente de la SIDE Leonardo
Scatturice, quien mantiene vínculos con altas esferas del Gobierno argentino y
estadounidense. Durante una entrevista con A24, Pazo realizó su descargo tras
la difusión de imágenes que muestran cómo ingresaron las valijas al país sin
pasar por controles. En ese contexto, afirmó que “en el último tiempo (Aduana)
no escanean el 100% de las valijas y del equipaje que viene a la República
Argentina”.
El funcionario liberticida
insistió en que no es obligatorio revisar todas las pertenencias de los
pasajeros que ingresan al país. “La normativa indica que es una facultad
selectiva del personal de Aduana”, sostuvo Pazo, en defensa de un control
selectivo que dejó pasar, sin control, las 10 valijas de la joven ligada a
Scaturicce.
En marzo, luego de
que el periodista Carlos Pagni revelara en su programa televisivo, “Odisea”,
los primeros detalles del episodio, el vocero presidencial Manuel Adorni había
calificado la información como una “fake news”, tildó de “mentiroso” al
historiador y negó cualquier vínculo entre el Gobierno y Arrieta, pese a las
fotos en las que se la ve junto al presidente Javier Milei.
En ese momento, la
Aduana también emitió un comunicado donde desmentía cualquier irregularidad
durante el ingreso del vuelo privado. No obstante, aclaró que iniciaría un
sumario interno para determinar si existieron fallas en el procedimiento.
Sin embargo, con
las imágenes impactantes que reveló TN este domingo, Pazo introdujo una
explicación oficial distinta. Habló de “estándares internacionales” de control
de equipaje y sugirió que las valijas no se escanearon en Argentina porque ya
habían sido revisadas en Estados Unidos, donde los controles, aseguró, son
especialmente rigurosos.
“Una cosa es que
venga un avión de Venezuela, Nigeria o algún país que es de alta vigilancia. Y
otra cosa es que venga de Estados Unidos. Cuando un avión viene de Estados
Unidos el equipaje cumplió con todos los procedimientos de seguridad de los
Estados Unidos para abordar el avión en origen”, argumentó Pazo, que
involuntariamente terminó vinculando el caso de Arrieta y Scaturicce, con otro
escándalo de corrupción pero del gobierno kirchnerista, el que protagonizó el
venezolano Guido Antonini Wilson.
Este lunes, el
diario La Nación presentó un informe detallado, con las imágenes y la secuencia
completa por la que Laura Arrieta ingresó con 10 valijas sin pasar por ningún
control aduanero, el 26 de febrero pasado, apenas 12 días después de que
estallara otro escándalo por corrupción del gobierno de Milei: el caso de la
cripto-estafa $LIBRA.
Los fiscales
Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez presentaron en la Justicia un dictamen en
el que reconstruyeron cómo fue la llegada a la Argentina de un vuelo privado
proveniente de Miami con al menos diez bultos de equipaje que, advirtieron en
su presentación, no fueron controlados.
Cuando Pagni informó sobre este caso, el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que era “imposible” que hubieran ingresado diez valijas en ese vuelo, que se hicieron todos los controles de rutina y que la única pasajera, Laura Belén Arrieta, solo había entrado al país con un “carry on” y una valija que pasaron por los “chequeos correspondientes”. Los fiscales, en su dictamen, dan por acreditado lo contrario. Pero la reconstrucción de lo ocurrido, con las imágenes que forman parte de la causa, paso a paso, muestran algo completamente distinto de lo informado por Adorni y el gobierno de Milei, en un primer momento.
A las 08:12 del 26
de febrero se registra la primera imagen del avión matrícula PRVN18RU en la
pista del aeropuerto Jorge Newbery. También se distingue una camioneta
presuntamente oficial que habría sido la utilizada para trasladar al personal
de la Oficina de Pista hasta la aeronave, según los fiscales.
Minutos después
del aterrizaje, se acercan al avión una camioneta blanca –que según los
fiscales sería de la Policía de Seguridad Aeroportuaria– y dos vehículos
negros. Según las declaraciones reunidas en el expediente, el avión queda
cerrado (lo cerró el comandante) y no vuelve a abrirse hasta que parte rumbo a
París, días después. No obstante, los fiscales advierten que no hay
“filmaciones totales” que acrediten que nadie ingresó durante el tiempo que el
avión estuvo “en tránsito” en el aeropuerto. Además, en teoría, dos valijas
habrían quedado arriba de la aeronave, pero los fiscales hablan en su dictamen
de la “aparición de dos maletas en el interior del avión a la hora de su egreso
del territorio nacional”.
En el vehículo que
se ve salir hacia la derecha serían trasladados la pasajera del avión, Laura
Belén Arrieta, y los dos tripulantes, José Luis Donato Bresciano y Juan Pablo
Pinto, hacia las oficinas del aeropuerto. El dictamen relata que un testigo
–agente que se acercó al avión a su llegada– declaró que Arrieta, tras
descender del avión, le entrega un teléfono celular a una agente de Aduana.
“Esta última, según describió el testigo, realizó un gesto de ‘okey’, tras lo
cual se llevaron a la pasajera hacia la zona de arribos internacionales”, dice
el dictamen. Los fiscales advierten que el testigo no pudo precisar si el
teléfono era de Arrieta. En el dictamen, proponen medidas de prueba para
determinar quién fue la agente, qué líneas telefónicas tenían registradas ella
y Arrieta, y qué comunicaciones se hicieron esa mañana desde esas líneas.
Simultáneamente, otra camioneta se desplaza hacia la izquierda y queda
estacionada en el hangar de Royal Class.
Los fiscales
advierten que en esta imagen se observa el ingreso del personal de Aduanas al
área de Migraciones. De la camioneta negra de Royal Class (compañía vinculada a
Leonardo Scatturice, que es además el dueño del avión) bajan una persona de la
empresa, los dos tripulantes y la pasajera. La fiscalía detalla que, según las
imágenes, uno de los tripulantes entra a Migraciones con una mochila, una
valija tipo carry on y una bolsa tipo portatraje; el otro tripulante, con una
riñonera y una valija pequeña tipo carry on, y la pasajera, con una cartera.
Además, que el personal de Royal Class les transporta dos bolsas rosas.
El dictamen relata
que, según las imágenes, la camioneta negra se traslada luego hasta la cinta de
equipajes. “Allí, el equipaje restante de la tripulación y la pasajera es
ingresado al sector de la cinta desde el exterior, mientras los mencionados
viajeros completan sus trámites migratorios”, dice el documento de los
fiscales, que advierte que pese a que se declararon “cinco bultos”, ingresaron
al menos diez. Los fiscales destacan este dato y enumeran los bultos que
quedaron registrados en las imágenes de lo transportado por la cinta.
Después, relata el
dictamen, “el personal aduanero procedió a acompañar a la tripulación, a la
pasajera y al personal de la compañía aérea hasta el sector de equipajes”. En
las imágenes que acompañan los fiscales se ve a los tres cuando se acababan de
reencontrar con las valijas.
Los tres viajeros
llegan al hall de la Aduana, donde se controlan los equipajes, pero los
fiscales indican que una agente les abre el paso por un canal que no estaba
habilitado y les permite así eludir los escáneres. Después de que ellos
pasaron, la misma persona cierra ese paso.
Mientras tanto, los pasajeros
provenientes de otros vuelos, minutos después, esperan en fila en el hall de la
Aduana para que sus valijas fueran controladas. Según el dictamen, en teoría
los que viajan en vuelos privados son sometidos a los mismos controles que
quienes lo hacen en vuelos regulares. “Esto no se condice –dijeron los
fiscales– con la evidencia fílmica, que muestra que los tripulantes y la
pasajera no atravesaron los controles de equipaje, a diferencia del circuito
que sí fue aplicado sistemáticamente a los pasajeros que ingresaban al hall de
manera simultánea y posterior”.
Arrieta avanza con su teléfono y su cartera, una vez sorteada la Aduana, mientras los tripulantes y dos empleados cargan con las valijas. Se quedó en la Argentina hasta el 5 de marzo, cuando tomó el mismo avión rumbo a París.