Provinciales
Los expolicías detenidos que siguen de huelga de hambre, están incomunicados porque se viralizó su reclamo
Así lo denunció Solmaira Cabrera, esposa de Diego Correa, uno de los 8 uniformados que están presos desde hace 6 meses con prisión preventiva, en el marco de la causa que impulsó el Ministerio de Gobierno por supuesta sedición. Según la joven, a la jefa del penal le molestó que se haga pública la carta que escribieron los cuatro exagentes que iniciaron una huelga de hambre el viernes pasado, exigiendo que el juez Fernando Verón responda a los reclamos de sus familias. Uno de los expolicías debió ser hospitalizado.

Este lunes, el expolicía Alejandro Arrieta, debió ser trasladado desde la Unidad Penal de Loreto al Hospital Madariaga de Posadas, por problemas de salud relacionados a la huelga de hambre que lleva adelante junto a otros tres exagentes de la Policía, que están detenidos desde hace más de seis meses con prisión preventiva, en el marco de la causa por supuesta sedición que inició el Ministerio de Gobierno de Misiones.
Arrieta y su hermano Iván Arrieta, y sus camaradas Adolfo Guirula y Diego Correa, iniciaron una huelga de hambre el viernes pasado, para visibilizar su reclamo de justicia ante el juez de instrucción N° 3 de Posadas, Fernando Verón, que no avanza con la instrucción y no accede a los pedidos de los detenidos y sus familias, para que desestime la prisión preventiva u otorgue la prisión domiciliaria.
Estos cuatro exagentes, junto a otros cuatro expolicías, eran los referentes de la Mesa de Diálogo Policial, un espacio que durante años discutió salarios y condiciones de trabajo con el Ministerio de Gobierno y la Jefatura de Misiones. En el marco del reclamo salarial masivo que llevaron adelante los policías, los docentes y los empleados sanitarios desde mayo del 2024, los 8 delegados de la mesa de diálogo fueron acusados de “sedición”, a causa de una serie de conversaciones que mantenían en un grupo de Whatsapp –uno de los detenidos no formaba parte de ese grupo.
A seis meses de haber sido exonerados y detenidos, los cuatro mencionados iniciaron una huelga de hambre y enviaron a sus familias, la nota que escribieron informando de la medida de fuerza a la directora del penal de Loreto, Valeria Mereles, quien quedó en el centro de los cuestionamientos de las familias este miércoles: Solmaria Cabrera, la esposa de Diego Correa (uno de los detenidos) sostuvo que los detenidos están incomunicados desde que hicieron público el reclamo y la carta.
Señalando que los enviaron a un sector del Penal, en el que no cuentan con luz, agua o elementos de higiene, Cabrera dijo a LT4 y Agencia Hoy que la viralización de la nota, “no cayó bien” a Mereles, y por ese motivo, los habrían castigado a los expolicías detenidos.
Cuatro expolicías detenidos por supuesta sedición, iniciaron una huelga de hambre
“El sábado cuando ellos (los encargados del Penal de Loreto) me llamaron para informarme de que se le había quitado el celular, no me informaron de que ellos habían empezado una huelga de hambre”, señaló Cabrera, quien remarcó que, si ella no recibía un mensaje, desde el penal no le habrían comunicado de la medida de fuerza.
“Yo hice viral la foto de la nota, y cuando fui el domingo al penal a pedir explicaciones, me dijeron que esa nota había molestado a los de arriba, o sea, más precisamente a la directora general Merele”, comentó Cabrera, vinculando el empeoramiento de las condiciones de encierro y la incomunicación, con la difusión de esta nota escrita a mano por los expolicías que mantienen la huelga de hambre.
Ante la consulta de LT4, Cabrera señaló que la situación actual de su pareja y los demás detenidos, es que “todavía no tenemos respuesta. Hoy es el día de visita. Estamos frente al juzgado y si Dios quiere, más tarde podría ir a verlos al penal de Loreto porque no sabemos nada. Y se nos hacía mucho esperar hasta el sábado o el domingo ya que no tenemos respuestas. Ellos están incomunicados”, señaló la esposa del expolicía detenido.
En esta línea, el servicio social del Penal de Loreto, “tampoco dio mucha respuesta. Ayer nos comunicamos con la mamá de los Arrieta, la señora Graciela, y lo único que (les dijeron) es que ellos estaban bien. Más allá de eso, ningún tipo de información. Y preocupados por el estado que nosotros los dejamos el día domingo”, señaló Cabrera.
“No sabemos nada y al estar incomunicados es una incertidumbre enorme acerca de cómo están”, insistió la mujer sobre el estado físico de los detenidos, añadiendo que este lunes, uno de los que iniciaron la huelga de hambre, tuvo que ser internado de urgencia.
Sin embargo, a los familiares, “no nos dieron explicaciones. Según dijeron fue de rutina, en la guardia nos dijeron iban a quedar internados”, confió Cabrera, insistiendo en que este miércoles visitarán a los detenidos.
Repreguntada sobre el lugar donde están los expolicías que eran referentes de la Mesa de Diálogo Policial, Cabrera confirmó que los cambiaron a una zona conocida como “La Pelada”, “como una forma de castigo”. “No tienen nada, no tienen luz, no tienen agua. Ellos pidieron, por favor, que se le den sus colchones. Están sin sábanas, sin elementos de higiene. Y el colchón se lo daban a las once de la noche y era retirado a las seis de la mañana”, reveló la mujer, añadiendo que “como están en huelga de hambre, no llevaron más nada.”
“Tampoco sabemos si siguen estando allá, si ya volvieron a su celda. Porque no nos dieron información ayer. Yo llamé para preguntar y me dijeron que el estado de salud es (bueno). Nada más que eso”, reiteró Cabrera.
No obstante, la mujer admitió que desconfía de las autoridades del penal de Loreto, en especial, por la decisión de incomunicar a los expolicías que reclaman por su derecho a que se defina el pedido contra la prisión preventiva y el avance de la instrucción, presuntamente cajoneada por el juez Verón.
“El día sábado, cuando ellos me llamaron para informarme de que se le había quitado el celular (a Correa), no me informaron que ellos habían empezado una huelga de hambre. Cuando voy el domingo a la visita, me entero de que ellos estaban en ese sector (‘La Pelada’)”, relató Cabrera, aclarando que sabía desde el viernes de la huelga de hambre, porque su pareja le envió una foto de la nota remitida a Mereles.
“Yo hice viral la nota, porque yo mandé a todos los medios (de prensa) que conozco. Fui yo la que mandé y por eso, cuando fui el domingo a pedir explicaciones (a Loreto por la incomunicación), me dijeron que esa nota se haya hecho viral, había molestado a los de arriba, o sea, más precisamente a la directora general Mereles”, reveló Cabrera.
Y amplió: “Si no era porque nosotros teníamos conocimiento de esa nota, el servicio no nos iba a informar de lo sucedido.”
“En ningún momento me dijeron: ‘queremos informar a la familia que los muchachos están en huelga de hambre’. Simplemente nos dijeron eso y listo”, subrayó Cabrera, al tiempo que sostuvo que el domingo pasado pidieron explicaciones al jefe del turno por el aislamiento y por las malas condiciones en las que están los detenidos, en “La Pelada” dentro del Penal de Loreto.
Según la mujer, los cuatro policías continúan con la huelga de hambre a la espera de una respuesta por parte del juez Verón. “Ellos están esperando respuesta. Nosotros hace varias semanas venimos acá frente al juzgado número 3 a pedir respuestas, pero nadie resuelve”, dijo Cabrera.
Con respecto a los reclamos que hacen los expolicías y sus familias, giran en torno a que se defina el cese de la prisión preventiva, que se avance con la instrucción, y que se convoque a los testigos que solicitó la defensa hace meses. Además, hay un pedido para que le otorguen la prisión domiciliaria, por lo menos a uno de los detenidos, el retirado Ramón Amarilla, quien padece problemas de salud.
“En Cámara de Apelaciones dice que ya están para resolver, el juez Verón también, pero nadie resuelve nada, así venimos hace meses. Entonces, lo único que nosotros queremos es que resuelvan o que nos den una respuesta”, manifestó Cabrera.
Como es lógico en términos legales, si la Cámara de Apelaciones rechaza un pedido para que termine la prisión preventiva, deberá argumentar esa decisión, dando pie a la defensa a apelar ante instancias superiores. Y en último caso, apelar ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La dilación sólo perpetúa la detención que los familiares y la defensa consideran arbitrarias, porque no habría peligro de fuga o de entorpecer la investigación en su contra por supuesta “sedición”.