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Crudo informe sobre la desregulación del mercado yerbatero que impuso Milei: el DNU 70/23 propició una “concentración en la industria”

Según el CEPA, las medidas que propició el gobierno libertario, terminaron atomizando la producción y beneficiando a los grandes molinos, con precios cayendo en picada y plazos de pago extendiéndose en perjuicio de los sectores productivos. Así lo demuestran los números presentados por el centro, en base a datos oficiales del INYM.

Lunes, 10 de febrero de 2025 - 11:26 hs.
Crudo informe sobre la desregulación del mercado yerbatero que impuso Milei: el DNU 70/23 propició una “concentración en la industria”

El Decreto de Necesidad y Urgencia N° 70/23, firmado por el presidente Javier Milei en los primeros días de su gestión, tuvo un impacto rotundo en la cadena yerbatera, al modificar el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), que desde diciembre del 2023, ya no puede fijar precios mínimos para la hoja verde y la canchada, y tampoco puede limitar plantaciones para evitar el exceso de materia prima. La abrupta caída de precios derivó en diversas protestas de productores yerbateros, incluido un paro de cosecha en la llamada zafriña, desde diciembre del 2024.

En febrero, un informe del CEPA (Centro de Economía Política Argentina) demostró con datos oficiales, el deterioro del sector productivo de la yerba mate, fundamentalmente en precios y plazos de pago, proceso que derivó en una atomización de la producción y concentración en la industria. El informe es contundente al demostrar como la desregulación del mercado yerbatero propiciada por el DNU 70/23 de Miles –que modifica una ley nacional, lo cual es inconstitucional, porque los decretos están en un rango inferior a las leyes–, favoreció a los grandes molinos, en detrimento de los productores y las cooperativas.

De acuerdo con las conclusiones a las que arriba el CEPA, en base a datos del INYM, la producción de hoja verde creció en 2024 respecto del promedio de los cuatro años previos, pero su destino no fue el mercado interno, afectado sensiblemente por el programa económico de Milei basado en el ajuste y el congelamiento de los salarios como ancla antiinflacionaria.

“En 2024, los establecimientos de secado procesaron un total de 986,7 millones de kilogramos de hoja verde, lo cual representa el mayor avance de cosecha acumulado hasta el mes de diciembre en los últimos cinco años. Este volumen se sitúa 19,6% por encima del promedio del período 2020-2023 y 27,4% por encima del nivel registrado en 2023”, precisa el CEPA.

Y aclara el informe: “El destino de esta producción no fue el mercado interno: el consumo de yerba, tal como se observa en otros mercados y producto de la sensible caída del poder adquisitivo, cayó 9,3% interanualmente en 2024 (258,8 vs 285,4 millones de kilogramos). Es el nivel de consumo más bajo de los últimos ocho años”.

Por el contrario, las exportaciones “aumentaron 11,0% en comparación con el promedio 2019-2023 y 10,9% en términos interanuales. Según el INYM, esto implica un récord de envíos al exterior de yerba mate, explicado por el incremento de exportaciones a Siria, que se consolidó como destino principal de este producto: los datos del INDEC arrojan que el 70% del volumen exportado se destina a dicho país”, precisa el informe.


Según el CEPA, la actual morfología del mercado yerbatero muestra que “la producción primaria se encuentra atomizada, con 12.000 pequeños productores, la cuenca de producción cuenta con 228 establecimientos que operan como secaderos registrados a nivel nacional y 105 industrias molineras y fraccionadoras, pero sólo las 10 primeras del ranking de producción industrial acumulan 72,7% del mercado. Los tres primeros (Las Marías, Liebig, Santa Ana) explican el 41%, a través de media docena de marcas y presentaciones de las más diversas”, detalla el centro.

En este sentido, los números muestran, de acuerdo con el CEPA, que “empeora la relación precio al productor/precio de góndola. Si se analiza la relación entre lo que recibe el productor y el precio de góndola, el primero sólo logra captar 4,5% del precio de venta en góndola, es decir, 3,6 (puntos porcentuales) menos que el promedio 2020-2023. Es el peor momento, desde 2019, del ratio entre el precio al productor y el precio en góndola por kilo”.

Por otra parte, “las importaciones de yerba mate agravaron la situación de los productores. La decisión del gobierno tomada en marzo de 2024, a partir de la Resolución General 5490/2024, de reducir impuestos por 120 días a las importaciones de productos de primera necesidad incluidas las materias primas y la primera elaboración de yerba mate. Medida que se extendió, a través de la Resolución General 5527/2024, hasta el 31 de diciembre de 2024”, precisaron desde el CEPA en este informe. 


“De acuerdo a los datos publicados por INDEC, las importaciones de yerba mate canchada y yerba mate excluida simplemente canchada (molida, lista para empaquetar), proveniente de Paraguay y Brasil, en 2024 alcanzaron 11,9 millones de kilogramos, 80,1% más que el mismo período de 2023”, informaron desde el centro, en base a datos del INYM.

En su análisis sobre qué sectores importaron hoja verde, el CEPA sostuvo que el aumento de las importaciones constatado, “corresponde a las grandes industrias yerbateras de Corrientes y Misiones. Las Marías y La Cachuera explicaron el 70% de lo que ingresó desde Paraguay y Brasil, seguido por la Importadora Sudamericana SRL, una firma radicada en zona Norte del Gran Buenos Aires que se dedica a importar marcas de consumo masivo y trae a la Argentina la yerba mate canarias, según lo consignado por el medio Plan B de Misiones.”

“El perjuicio para los productores es evidente: la materia prima ingresa a un costo promedio de 1,2 dólares por kilo que, al valor oficial más el impuesto PAÍS, alcanza aproximadamente $1.300. En cambio, la yerba canchada, que en abril de 2024 se compraba en secaderos a $1.406, se está reponiendo a precios más bajos. Esto permite a los industriales pagar menos por la canchada o la hoja verde, además de extender los plazos de pago, lo que genera un impacto económico negativo considerable para los productores locales”, explicaron desde el CEPA.


En cuanto a los impactos del DNU 70 y la desregulación sectorial, el centro de economía política es contundente al graficar, con números, el desbalance que sufrió el sector productivo de la cadena yerbatera. “Se evidencia que el DNU 70, la inacción del PEN (Poder Ejecutivo Nacional) y la apertura indiscriminada de importaciones desbalancean la cadena productiva yerbatera, cuya morfología expresa atomización en la producción y concentración en la industria”, precisó el CEPA.

“Si el INYM y las regulaciones asociadas al mismo, buscaban darle herramientas al sector con menor poder relativo en un claro escenario de mercado imperfecto, su eliminación agrava el estado de cosas. El precio al productor difícilmente logre recuperarse en los próximos meses, ya que la medida dispuesta por el DNU deliberadamente incide en la (des)organización al interior de la cadena de valor”, anticipa el informe publicado el pasado 5 de febrero. 


De acuerdo con el CEPA, el final del acuerdo de precios propiciado por la desregulación que impuso Milei a través del DNU 70/23 implica que ya no se realicen “acuerdos semestrales entre los distintos sectores participantes del INYM, que participan en la regulación del precio de la materia prima”. Cabe aclarar que la mayoría de estas discusiones, por el poder de veto otorgado a los directores del INYM –los acuerdos de precios deben firmarse por unanimidad–, desembocaban casi siempre en laudos del gobierno nacional.

Por otra parte, al estar el INYM acéfalo, porque el gobierno nacional no designó a un presidente y “a pesar de la suspensión temporal del DNU 70/2023 en lo concerniente al sector yerbatero a partir de un amparo ratificado por la Cámara Federal de Apelaciones de Posadas, el INYM enfrenta limitaciones en su capacidad operativa, ya que aún no se ha designado un presidente para el instituto, lo que restringe su facultad para ejecutar plenamente las decisiones sobre la fijación de precios”.

Asimismo, el CEPA muestra que hay un desfinanciamiento del INYM, dado que “la Secretaría de Agricultura de la Nación es la autoridad que aprueba las actualizaciones del valor de la estampilla (Tasa de Inspección y Fiscalización), que es la principal fuente de financiamiento del Instituto. La última Resolución corresponde al 6 de diciembre de 2023. Esta falta de actualización conspira contra el financiamiento del INYM”.


En un tramo especialmente revelador de las conclusiones del CEPA sobre la desregulación yerbatera, se advierte que “la historia de los 90 se repite: no es la primera vez que se recorre el camino de la desregulación en el sector. En los noventa, se desreguló el mercado, eliminándose la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y el Mercado Consignatario Nacional de la Yerba Mate Canchada. En la actualidad, el DNU pareciera seguir esta misma lógica con la llamada ‘modernización’ que se propone para el INYM, dentro del paquete de ‘desregulación’ de la economía. En esa década, el valor de la yerba canchada por tonelada, así como de la yerba verde, caen sostenidamente a lo largo de la década a un tercio y a un quinto de su valor, respectivamente”, detallaron desde el CEPA.

“En el caso de la yerba canchada, el valor se ubicaba en $930 pesos/dólares en 1990, lo que equivalía a 1 dólar el kilo y se desploma a $349 pesos/dólares en 2001, equivaliendo a sólo 35 centavos de dólar el kilo de yerba. La hoja verde también sufre una caída en su valor por tonelada, desde $202 pesos/dólares en 1990, a $42 pesos/dólares en el año 2001. En paralelo, el precio en góndola de la yerba se mantuvo estable en toda la década. La desregulación sectorial en la década de los 90 significó un claro perjuicio a los productores yerbateros”, puntualizó el informe del centro, en sus conclusiones.


“Como contracara, desde 2001, con la creación del INYM el comportamiento del precio al productor de hoja verde y yerba canchada en términos reales recupera el terreno perdido aumentando 246% y 255% respectivamente entre 2002 (su punto más bajo) y el año 2023”, sentenció el CEPA en su análisis del mercado yerbatero.

Cabe recordar que, en Misiones, uno de los principales defensores de la desregulación del mercado yerbatero, es el diputado provincial y empresario Pedro Puerta (Activar - LLA) –quien se autodefinió como un “soldado de Milei” en Misiones–. Otro de los que apoyaron la desregulación, es el exgobernador Ramón Puerta –el padre de Pedro–, un empresario que históricamente estuvo vinculado a los sectores más concentrados de la industria yerbatera.

El 21 de diciembre del 2023, consumada la desregulación del mercado a partir del DNU 70/23, Pedro Puerta escribió en su red social en X: “Una buena noticia y un desafío para Misiones: vamos a ser más competitivos y el productor va a ganar más por su yerba”.

“En los últimos años, la política le tendió una trampa a la familia yerbatera. Fijó un precio muy por debajo de la inflación y la realidad de mercado, lo que los obligó a producir y vender con márgenes mucho menores que los del mercado”, argumentó por entonces el diputado provincial.

“Pero desde hoy la yerba es más competitiva y el productor va a ganar más. Esta nueva normativa le va a permitir vender a un mejor precio. Va tener incentivo para producir. Al igual que todos los otros productos que hay en el supermercado, el precio de la yerba lo van a definir la familia yerbatera y los consumidores”, aseguró por entonces el legislador, vaticinio que no se cumplió, según lo demuestran los precios productivos que se vienen pagando desde el virtual desguace del INYM.