Pasaron ya algunas semanas desde que los misioneros fueron a las urnas el 8 de junio, pero el eco de esa jornada sigue resonando con fuerza en los pasillos del poder… y en los grupos de WhatsApp de la oposición, donde todavía están debatiendo si fue un error usar Google Maps para ubicar a los votantes o si directamente se olvidaron de salir a buscarlos.

En ese escenario, la Libertad Avanza hizo un desembarco épico en Misiones: helicópteros, banderas, influencers con peinados disruptivos y toda la artillería nacional apuntando a un solo objetivo: que Diego Harfield ganara. Pero la provincia colorada, al parecer, no se tiñe tan fácil con espray libertario. Harfield terminó segundo, un segundo puesto que, en un podio sin medallas, es como llegar tarde al bondi y ver cómo se va con la puerta cerrándose en tu cara.

Y si de decepciones hablamos, Martín Arjol merece mención especial. El exniño mimado de la oposición terminó cuarto… o quinto, en un lugar tan lejano que ni la brújula del iPhone te lo encuentra. Hay rumores de que después del resultado no le contestan ni en la Casa Rosada ni en el grupo de padres del colegio. La última vez que vieron su nombre en una boleta, fue cuando alguien estaba forrando un cuaderno.

Mientras tanto, la Renovación, con su estilo zen de no hacer mucho escándalo, pero sí gestión constante, volvió a ganar. No fue un paseo por el Parque de las Fiestas, pero en una carrera con rivales que se tropezaban entre ellos, mantener el equilibrio ya es mérito. La Renovación ganó porque mientras otros bajaban línea de TikTok, ellos bajaban obras, programas y guita para los municipios.

Es que hay una diferencia fundamental: en Nación se ajusta; en Misiones, se gestiona. Mientras algunos están viendo si dolarizan el colectivo o venden Yacyretá por Mercado Libre, acá la provincia sigue exportando, sosteniendo programas sociales y hasta se da el lujo de no parar la obra pública.

Y ahora, con el diario del lunes (y los memes del domingo), en el oficialismo provincial miran con media sonrisa la jugada nacional: vinieron con todo, y no alcanzó. El “muchacho Harfield” tuvo estructura, apoyo, cartel y campaña estilo libertango. Pero la Renovación sigue siendo ese viejo rockero que, sin gritar, mete hit tras hit.

Al final, la elección dejó varias lecciones:

            1.         Que traer libertarios con drones no alcanza si no tenés equipo en tierra.

            2.         Que Arjol necesita actualizar el GPS político.

            3.         Que en Misiones, todavía pesa más un bache tapado que un video viral.