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Posadas: La pobreza infantil subió al 61,4% en los primeros 7 meses de la gestión de Milei

Lo confirmó una investigadora de la UCA, en base a los datos recopilados en el marco del Observatorio de la Deuda Social Argentina. La capital misionera había comenzado el 2023 con una pobreza que afectaba al 53,4% de los niños, niñas y adolescentes, pero en el segundo semestre del año pasado, subió 8 puntos porcentuales.

Jueves, 19 de junio de 2025 - 13:04 hs.
Posadas: La pobreza infantil subió al 61,4% en los primeros 7 meses de la gestión de Milei

La pobreza infantil se agravó en las regiones del NEA (Noreste Argentino) y del NOA (Noroeste Argentino) según lo constató una investigación del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica. Así lo reveló a LT4, la investigadora de la UCA, Valentina González. De acuerdo con los datos recopilados por el Observatorio, la pobreza entre los niños, niñas y adolescentes de Posadas, aumentó 8 puntos porcentuales entre 2023 y 2024, afectando al 61,4% de los menores de 18 años en la capital misionera.

En diálogo con LT4, este jueves, González insistió en que, en la comparación con los adultos, en los últimos dos años existe una brecha de unos 20 puntos porcentuales en perjuicio de los menores de edad. Es decir, que la pobreza afecta a una proporción mayor de niñas, niños y adolescentes, que de adultos.

“Para el primer semestre de 2023, entre los niños y niñas, la pobreza era del 56,6 por ciento, en el caso de los adultos del 33,7. Es un patrón que se mantiene bastante estable”, contó la investigadora.

De acuerdo con González, un dato que constatan desde el ODSA, es una marcada desigualdad territorial en la incidencia de la pobreza. De acuerdo con el informe, la pobreza infantil alcanzó su punto más crítico en el primer semestre de 2024, con un 67,3% de niñas, niños y adolescentes bajo la línea de pobreza, la cifra más alta desde la crisis de 2001 – 2002.

Sin embargo, ese porcentaje “no afectó a todas las regiones o a todos los aglomerados del país por igual. Vemos que el NOA y el NEA, por ejemplo, han empeorado a lo largo de 2023 y 2024, mientras que otras regiones mejoraron. De hecho, se ve una leve baja entre el primer semestre de 2023 y el segundo de 2024 en la pobreza infantil, pero lo que vemos es que esa leve mejora se explica por mejoras en algunas regiones, mientras que el NOA y NEA, han empeorado”, puntualizó.

En esta línea, González puso de relieve el caso de Posadas, aglomerado urbano que “comenzó en el 2023 con 53,4 % de pobreza infantil y el último dato que tenemos del segundo semestre de 2024 es del 61,4%.”

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Repreguntada sobre los motivos que explican la mayor incidencia de la pobreza en menores de 18 años, la investigadora explicó que se debe a que los ingresos se miden por hogares o núcleos familiares, y en una familia con más niños, niñas y adolescentes, cae el ingreso per cápita.

“El hogar es pobre o no lo es, en el sentido de si tiene los ingresos suficientes como para afrontar el costo de una canasta básica total de bienes y servicios básicos. El problema es que muchas veces se trata de los hogares pobres, hogares más numerosos, aunque también el hecho de que sean hogares con muchos niños, justamente afecta al ingreso per cápita”, puntualizó la investigadora.

En cuanto a las políticas públicas para contener la pobreza e indigencia, González insistió en que son claramente insuficientes. “Lo que vemos es que la transferencia de ingresos como la Asignación Universal por Hijo y como la tarjeta alimentaria, funcionan. De hecho, se han valorizado bastante en el último tiempo, pero justamente, tuvieron una valorización muy importante también en momentos en los que la pobreza incrementa”, explicó la investigadora.

“En ausencia de estas políticas seguramente hubiera sido peor la situación, pero también no alcanzan por sí mismas. En términos de política pública y de transferencia de ingresos son efectivas, pero siempre lo que decimos es que la mejora real tiene que estar más relacionada al mercado de trabajo”, puntualizó González, dejando en claro en que el desempleo y la precarización laboral, son los factores determinantes en el empeoramiento de los indicadores de pobreza e indigencia.

Al respecto, la investigadora sostuvo: “Hay una evidente pérdida de poder adquisitivo que en el último tiempo se dio mucho por la inflación, pero también por la alta informalidad (laboral) en el país que, por ejemplo, afecta especialmente a regiones del norte argentino (NEA y NOA)

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Por otra parte, el incremento de la pobreza infantil, tiene su correlato en las trayectorias educativas de los niños, niñas y adolescentes afectados. “La pobreza por ingresos da cuenta del déficit que puede tener un niño, dado el hecho de que su familia no tiene un ingreso básico, pero también se repercuten en un montón de áreas de la vida del niño. Vemos que los niños más pobres, tienen más deserción escolar. Y que, hoy por hoy, estamos en una alta tasa de inasistencia escolar, por ejemplo, en el secundario, en torno al 30% en la última medición”, describió González. 

“En Argentina también es un problema muy importante la educación y aparte es muy costoso a futuro, porque estamos pensando en niños que van a tener muy limitadas sus oportunidades de desarrollo y desarrollo profesional”, advirtió la investigadora de la UCA.

De acuerdo con las investigaciones del ODSA, por otra parte, el incremento de la pobreza se viene arrastrando desde hace años, con un incremento sostenido en Argentina, “a partir de 2018, especialmente. Pero en general, al ver una serie de 15 años, por ejemplo, se ve un incremento bastante marcado en todos los indicadores asociados y, un niño que no se alimenta bien, tampoco puede estudiar y sin estudiar es muy difícil pensar en un futuro posible o de desarrollo pleno para las infancias del país”, sentenció.

“En general, más allá de alguna breve fluctuación en esos años, la tendencia es al incremento (de la pobreza infantil), a partir de 2010 a 2024. Pero está bastante marcado a partir de 2018, el empeoramiento de varios indicadores. Con lo cual estamos peor que hace 15 años”, concluyó la investigadora.