Este martes, el fútbol argentino perdió a una de sus grandes glorias: Juan Ramón "La Bruja" Verón murió a los 81 años en La Plata. La triste noticia fue confirmada por fuentes del club Estudiantes, entidad con la que forjó una leyenda y dejó una huella imborrable en el deporte nacional.

El exfutbolista se encontraba atravesando un delicado cuadro de salud que incluyó complicaciones renales y un deterioro progresivo en su estado general, lo que derivó en su reciente internación en el Instituto Médico Platense.

El club Pincharrata, al que representó con orgullo como jugador, técnico y dirigente, ya expresó su pesar por la pérdida y prepara un homenaje acorde a su figura. La Bruja Verón no solo fue un gran futbolista: fue el alma de un equipo inolvidable y un emblema que trascendió generaciones.

Verón fue mucho más que un símbolo de Estudiantes. Fue uno de los máximos protagonistas de la época dorada del club bajo la conducción de Osvaldo Zubeldía, siendo pieza clave en la histórica seguidilla de títulos a nivel internacional entre fines de los años 60 y principios de los 70. Con el Pincha levantó tres Copas Libertadores (1968, 1969 y 1970), una Copa Interamericana y la inolvidable Copa Intercontinental de 1968 frente al Manchester United.

Precisamente en ese duelo ante los ingleses, disputado en Old Trafford, “La Bruja” marcó un gol determinante a los 7 minutos de juego, que le dio la ventaja a Estudiantes y fue clave para la consagración mundial. Su capacidad para aparecer en los momentos más importantes, su entrega y su talento lo convirtieron en un ídolo eterno del club de La Plata.

Tras su exitoso paso por Estudiantes, continuó su carrera en el exterior con pasos por Panathinaikos de Grecia y los equipos colombianos Junior de Barranquilla y Cúcuta Deportivo. En 1980 volvió al club que lo vio nacer y se retiró del fútbol al año siguiente, cerrando un ciclo que dejó marcada a fuego a toda una generación de hinchas.

Además, Verón vistió la camiseta de la Selección Argentina en varias oportunidades, participando en las eliminatorias rumbo al Mundial de México 1970. Su influencia en el fútbol argentino no terminó con su retiro, ya que su legado también se proyectó a través de su hijo, Juan Sebastián Verón, quien brilló en Europa, la Albiceleste y también en Estudiantes, continuando la tradición familiar.

Fuente: M1