Política
La Renovación en Misiones, entre la autocrítica y la necesidad de escuchar más al votante
Tras más de dos décadas de predominio político en Misiones, el Frente Renovador de la Concordia enfrenta un momento de introspección. Si bien mantiene su liderazgo y estructura intacta, los últimos resultados electorales encendieron luces amarillas que no pueden ser ignoradas.

El Frente Renovador de la Concordia atraviesa un punto de inflexión en la provincia de Misiones. Luego de imponerse en las últimas elecciones, pero con una diferencia más ajustada de lo habitual, el oficialismo parece haber escuchado el leve pero insistente murmullo que llega desde la ciudadanía. No es una crisis, ni mucho menos una ruptura, pero sí una advertencia suave, casi didáctica, de que algo debe recalibrarse.
La conducción política no está en discusión. El liderazgo de Carlos Rovira sigue intacto, como faro conceptual y arquitecto del modelo misionerista que ha logrado estabilidad institucional y desarrollo con identidad local. Sin embargo, lo que sí entra en debate, incluso dentro de los propios pasillos del oficialismo, es la necesidad de sintonizar con mayor claridad el humor social que recorre las calles de Posadas, Eldorado, Oberá y los más de 75 municipios que componen el mapa político provincial.
El “Neo” y los errores no forzados
Uno de los conceptos que más ruido generó en la etapa reciente fue el intento de aggiornamento político a través del concepto “Neo”: una suerte de renovación dentro de la Renovación que buscó modernizar formas y rostros, pero que, en la práctica, no logró cumplir las expectativas ni conectar con el electorado. Ni el “Neo”, ni el “Blend” de juventudes y estructuras clásicas terminaron de cuajar. Y en política, como en el tenis, los errores no forzados también se pagan.
Los votantes, lejos de rechazar el modelo, emitieron un voto de advertencia. No porque no valoren la estabilidad y la gestión, sino porque piden algo más: cercanía, sensibilidad, presencia, decisión política en temas concretos. No basta con el plan, hay que volver a caminar el territorio.
Herrera Ahuad: el candidato como mensaje
La designación de Oscar Herrera Ahuad como primer candidato a diputado nacional no es solo estratégica, sino simbólica. Es un gesto claro del espacio político de atender esa demanda social que pide experiencia, empatía y conocimiento de la provincia. Médico, exgobernador, actual legislador provincial, Herrera Ahuad representa esa figura de contención y gestión concreta que tanto valora el votante misionero.
Con esta jugada, la Renovación no solo busca ganar las elecciones legislativas de octubre, sino hacerlo con contundencia y sentido político, leyendo el mensaje de las urnas anteriores y corrigiendo lo que haya que corregir.
Una oposición fraccionada y sin anclaje territorial
Mientras tanto, la oposición en Misiones sigue mostrando fisuras. La Libertad Avanza, que a nivel nacional se muestra como un fenómeno, en la provincia no logró consolidarse como alternativa estructural. El intento de Diego Harfield, que contó con respaldo de figuras nacionales, quedó a mitad de camino. El radicalismo, por su parte, sigue sin reencontrar una hoja de ruta sólida, y el PRO perdió anclaje después de años de alianzas inconsistentes.
En este escenario, la Renovación sigue siendo la principal fuerza política de Misiones, pero ya no puede permitirse vivir de las rentas del pasado. El desafío ahora es ganar escuchando, reconociendo errores y reformulando estrategias.
Conclusión
El Frente Renovador está a tiempo. Tiene estructura, liderazgo y figuras valiosas. Pero necesita afinar el oído y recuperar esa mística territorial que lo convirtió en un modelo político sólido durante dos décadas. La candidatura de Herrera Ahuad es un paso en esa dirección: menos laboratorio y más calle, menos ensayo y más escucha. Porque al final, el que no se adapta, se oxida.