Economía
El salario mínimo perdió más de un tercio de su poder adquisitivo en cinco meses
Se trata de un desplome histórico según un estudio elaborado por la CTA, que da cuenta de la retracción del salario real, por la política salarial del gobierno ultraderechista de Javier Milei.

El poder de compra del Salario Mínimo Vital y Móvil está en niveles históricamente bajos, con un desplome del 33 por ciento en los últimos cinco meses, entre noviembre del 2024 y abril del 2025, según lo reveló un informe de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)
De acuerdo con el informe elaborado
por Mariana L. González para el Centro de Investigación y Formación de la
República Argentina (CIFRA) de la CTA, la caída del salario mínimo se produce
en un contexto de acelerada inflación y bajo aumento de los haberes.
“Desde la asunción del actual
gobierno, el salario mínimo perdió poder adquisitivo en una forma brutal. Entre
noviembre de 2023 y abril del año en curso, el poder de compra de este salario
se redujo en más de una tercera parte”, sostiene el informe en su resumen.
Cabe remarcar al respecto,
que la Secretaría de Trabajo de la Nación no avala ningún acuerdo al que
lleguen gremios y patronales, por encima de la pauta inflacionaria que informa
el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) Y, por otra parte,
cuando no hay acuerdos en el Consejo del Salario, que define el SMVM, el
gobierno lo define por decreto en valores bajísimos, desde que asumió la
gestión liberticida que encabeza el presidente Javier Milei.
Según informó el diario
Ámbito, los datos del informe de CIFRA, muestran que el retroceso actual se
suma al deterioro acumulado en años anteriores: en comparación con noviembre de
2019, el salario mínimo real cayó un 44,1%, y si se mide contra noviembre de
2015, la pérdida alcanza el 57,3%. Si se hubiese mantenido el poder de compra
desde 2015, el salario mínimo rondaría hoy los 700.000 pesos.
A la fecha, el SMVM vigente
es de $296.832, monto que representa poco más de un 24% del costo de una
canasta básica total medida por el INDEC. El 15 de abril pasado, el organismo
que está cuestionado por utilizar ponderadores desactualizados para medir la
inflación, informó que, en marzo, una familia tipo requirió ingresos por $1.100.267,
para no ser considerada pobre.
De hecho, el salario mínimo actual
cubre apenas el 58,1% de la canasta básica alimentaria, que determina la línea
de indigencia, para una familia conformada por dos adultos y dos niños.
“Esta reducción (del SMVM en
términos reales) sumada a la de años anteriores, implica que quede desdibujada
su función como herramienta para fijar un piso salarial. En febrero de este
año, el salario mínimo representó menos de una quinta parte del salario
promedio registrado del sector privado”, advirtió el informe del CIFRA.
Asimismo, el informe aclara
que la Secretaría de Trabajo dependiente del Ministerio de Capital Humano que
preside la ministra Sandra Pettovello, tuvo un papel central en el derrumbe del
poder adquisitivo del SMVM.
“A lo largo de 2024 hubo
cuatro reuniones del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario
Mínimo, Vital y Móvil. En todas ellas, ante la falta de acuerdo, fue la
Secretaría de Trabajo quien determinó los aumentos nominales, que fueron prácticamente
equivalentes a la propuesta del sector empresario”, remarca el informe.
En esta línea, el informe
mencionado precisó que la última resolución de la Secretaría de Trabajo, “de
diciembre de 2024, implicó continuar con la tendencia decreciente del salario
mínimo, de modo que se perdió entre el último aumento previo a esta resolución
y el mes en curso un 7% de poder adquisitivo.”
“Tras este retroceso
histórico el valor real del salario mínimo es inferior al vigente durante la
mayor parte de la década de 1990 y en la crisis final del régimen de
convertibilidad, cuando, como sucede en la actualidad, esta política se había
abandonado como herramienta para determinar pisos salariales e impulsar una
menor desigualdad salarial”, sentenció el informe del CIFRA.