Ademas, Pyongyang ha amenazado con abortar por este mismo motivo la histórica cumbre entre su líder Kim Jong-Un y el presidente estadounidense Donald Trump, que tiene previsto celebrarse el 12 de junio en Singapur.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, dijo que mantenía los preparativos para la reunión a pesar del anuncio de Corea del Norte. "Seguimos avanzando" para la cumbre del 12 de junio, dijo Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, quien añadió que Washington no recibió ninguna "notificación" de la advertencia norcoreana reportada poco antes por una agencia noticiosa surcoreana.
Según informó la agencia oficial norcoreana KCNA, las maniobras Max Thunder, en las que participan las fuerzas aéreas de EEUU y Corea del Sur, son un ensayo para una invasión de Corea del Norte y "una provocación intencionada".
"Estados Unidos tendrá que sopesar cuidadosamente todo lo relacionado con la prevista cumbre con Corea del Norte, a tenor de estos provocadores ejercicios militares conjuntos con la participación de las autoridades de Corea del Sur", se indica en la nota.
A juicio de Corea del Norte, esas maniobras vulneran la Declaración de Panmunjon suscrita el pasado 27 de abril por Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en dicha ciudad donde se encuentra la frontera entre las dos Coreas y por la cual se establece un compromiso por la paz permanente y la completa desnuclearización de la península coreana.
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