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Aitana: Crónica de un error inexplicable

Fernando Fernández

Por Fernando Fernández

Hoy les quiero contar la historia de Aitana Cabrera de Oliveira, una hermosa bebe que acaba de cumplir su primer añito de edad. Cuando estaba a punto de cumplir 6 meses su mamá noto que algo no andaba bien, con lo que ella pensó que eran problemas para respirar, la llevó a un centro de salud pública. En éste lugar en principio le diagnosticaron (sin demasiados estudios) un problema de anginas; pasaron los días el problema persistía, volvieron a llevarla y la respuesta fue la misma.


Poco después los problemas se amplificaron y notaron lo que parecían pequeñas convulsiones, ante el susto de la familia, volvieron a llevar a Aitana al centro médico pero esta vez lo hicieron al Hospital de Pediatría; le realizaron diferentes estudios de todos los grados de complejidad posibles, estuvo internada durante varios días para poder hacerlos, el diagnóstico fue: Epilepsia y por supuesto la medicaron e iniciaron el tratamiento pertinente –primero durante la internación y luego ambulatorio.


De regreso a casa Aiti, como le dicen cariñosamente en familia, siguió recibiendo la medicación recetada para la Epilepsia… luego de varios días la situación no parecía estabilizarse y la bebé continuaba con sus episodios convulsivos, cada vez más frecuentes. Los padres, Diora y Juan, la volvieron a llevar al Hospital Bareyro, los profesionales decidieron volver a dejarla internada para realizarle una nueva batería de estudios (Resonancias magnéticas, Ecos Doppler, Sangre, Etc.). Cambiaron la medicación que recibía para controlar los “ataques” convulsivos y al final de un par de semanas le volvieron a “dar el alta” con nueva medicación.

Ante la preocupación de la no mejoría, toda la familia empezó a buscar diferentes alternativas para poder ayudarla, en ese sentido, una tía de la mamá de Aitana quien vive en Buenos Aires y tiene la suerte de trabajar con una doctora que es profesional del reconocido Hospital Garrahan, le gestionó un turno en dicho Hospital. Aitana y su mamá viajaron con urgencia y con la ayuda económica de toda la familia en busca de otra opinión. Una vez allí, le volvieron a realizar todos los mismos estudios que le hicieron en Posadas, increíblemente y casi de inmediato el diagnóstico fue contundente: Aitana tiene una malformación cerebral, una enfermedad llamada “Síndrome de West” y es ésta la que le provocaba desde un principio las convulsiones.

Como puede ser que ante los mismos Estudios, hayan cometido semejante “error”. Informes de los Estudios realizados en Posadas dicen claramente, entre otras cosas, “No se observan anomalías en la estructura física del cerebro”; y lo más indignante de todo es que debido a ese “error” la bebé fue medicada de forma equivocada y en lugar de ayudarla, la estaban empeorando.


Hoy gracias al muy buen trabajo del equipo médico del Hospital Garrahan, Aitana está controlada y, dentro de la gravedad de su enfermedad, luchando y evolucionando día a día. Pero necesita continuar con su tratamiento por un tiempo indeterminado en Buenos Aires y los costos se hacen absolutamente insoportables para la familia quienes están haciendo todo lo que pueden para seguir allá y en ese sentido, desde el Hospital porteño pueden brindarle una mejor asistencia pero necesitan que los médicos que la atendieron en primera instancia en Posadas firmen su derivación – recuerden que los padres desesperados se fueron por sus propios medios – y por ésta cuestión se lo están negando.


Es lamentable que no se hagan cargo de su error, pero es mucho peor que nieguen dicha “derivación” por soberbia o por vaya uno a saber qué “motivo”. Esperemos que las autoridades de Salud Pública de la Provincia tomen cartas en el asunto y hagan lo que tengan que hacer y que Aitana reciba la derivación y  pueda sobrellevar de la mejor manera posible su enfermedad y, de esta manera, su familia pueda seguir fortaleciéndose como cada vez que la Aiti sonríe.

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