Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Información General Jorge Fontevecchia

“El periodismo es libre o es una farsa”

Desde que en 1938 el primer Congreso Nacional de Periodistas lo estableció, todos los 7 de junio se conmemora en la Argentina el Día del Periodista. En esa fecha del año 1810, Mariano Moreno fundó la Gazeta de Buenos Ayres, el primer diario argentino

Desde que en 1938 el primer Congreso Nacional de Periodistas lo estableció, todos los 7 de junio se conmemora en la Argentina el Día del Periodista. En esa fecha del año 1810, Mariano Moreno fundó la Gazeta de Buenos Aires, el primer diario argentino, que salía una vez por semana. Lo creó muy rápido: sólo 12 días después del revolucionario 25 de mayo, pero no se podría decir que se trataba de un medio independiente porque –si bien no existía por entonces la publicidad oficial– fue el diario oficial de la Primera Junta y su director, el propio Moreno, era una especie de jefe de Gabinete, ministro de Interior y de Defensa del nuevo gobierno.

Pero mirar al pasado con los ojos del presente, lo primero que se le enseña a los estudiantes de historia que no deben hacer, lleva a equivocaciones. Por ejemplo, Kirchner podría decir que así como los golpistas “usan tractores en lugar de tanques” y hay “generales mediáticos”, el periodismo argentino nació vendido al campo porque el principal texto económico de la época del virreinato fue La representación de los hacendados, escrito por Mariano Moreno y donde se recomendaba abolir las restricciones a las exportaciones del campo.

 

Pero el primer periódico que se editó en nuestro suelo fue anterior al de Moreno: el Telégrafo Mercantil apareció el 1º de abril de 1801, se publicaba dos veces por semana –miércoles y sábado– y contó con 236 suscriptores: 159, de la Ciudad de Buenos Aires y 77, del exterior. Entre sus redactores, se encontraban Azcuénaga, el deán Funes, Belgrano, Castelli y Medrano.

 

El 15 de octubre de 1802, después de 110 ediciones, el Telégrafo Mercantil fue clausurado por el virrey, pero ya un mes y medio antes, el 19 de septiembre, Hipólito Vieytes había fundado el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, que duraría hasta 1807.

 

En 1809, el virrey Cisneros lanzó el primer diario oficial de nuestra historia: Gaceta de Gobierno; y el 3 de marzo de 1810, Manuel Belgrano creó su diario Correo Comercial, ambos de periodicidad semanal. En 1811 cerró el diario de Belgrano, mientras que el de Mariano Moreno fue el más duradero de los de su época: continuó editándose hasta 1821 a pesar de que Moreno falleciera en 1811 en un barco (“hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego”).

 

Recién en 1812, comienzan a haber diferentes diarios porque en ese año se lanzan tres: El Censor; Mártir y El Grito del Sur. A partir de la Asamblea de 1813 y de la declaración de la independencia en 1816, se espiraliza el nacimiento de nuevos diarios. Los nombres de algunos de ellos fueron: El Independiente; La Prensa Argentina; El Observador Americano; La Crónica Argentina; El Americano; Noticias Interesantes; El Año Veinte; El Despertador Teofilantrópico Místico Político; Desengañador Gauchipolítico; El Amante del Bien Público; Chantillón de las Mentiras y Calumnias; La Estrella del Sur; Legión del Orden; Voz del Pueblo; El Imparcial; y La Ilustración Pública.

 

La década siguiente, entre 1820 y 1829, vinieron a reemplazarlos los diarios Doña María Retazos; El Argos de Buenos Aires; Eu Não Me Meto con Ninguem; El Patriota; La Abeja Argentina; El Ambigú de Buenos Aires; Diario de Buenos Aires; La Gaceta Mercantil; El Nacional; Mensajero Argentino; El Correo Nacional; Crónica Política y Literaria; El Constitucional; El Conciliador; Porteño; Granizo; El Liberal; Diablo Rosado; El Tiempo; El Pampero y El Lucero.

 

Entre 1830 y 1840, los sustituyen: Libre; El Clasificador; El Nuevo Tribuno; La Aljaba; Diario de la Tarde; El Cometa Argentino; El Telégrafo del Comercio; El Patriota Bonaerense; El Restaurador de las Leyes; Museo Americano; El Recopilador; y La Moda.

 

Es interesante prestar atención a cómo se calificó a cada uno de estos diarios en las diferentes décadas. Al diario de los años 20, como “defensor de la política oficial”; “adicto al gobierno de Rivadavia”; “periódico oficial del gobierno de Rivadavia”; “ataca duramente a los federales”; “defensor de la política del gobernador Dorrego”; “ataca duramente a Rivadavia y a los unitarios”; “ataca al gobernador Dorrego y defiende fervientemente al unitarismo”; “absolutamente polémico, es el último órgano unitario de la época. Rosas lo clausura”; “secunda la prédica unitaria, con violentísimo y apasionado estilo”; “todo artículo sobre política es previamente sometido al juicio de Rosas”.

 

Al diario de los años 30 como: “Resalta la importancia de la opinión pública y los males del despotismo”; “propugna el orden y el régimen constitucional, cierra por orden de Rosas”; “defender los derechos y las garantías del país sin turbar el orden”; “periódico satírico contra Rosas”.

 

Y del diario de los años 40 como: “Exalta la figura de Rosas”; “periódico comercial y literario que evita todo comentario político”; “apoya al gobierno de Rosas y ataca a los unitarios”.

 

La gran mayoría de estos diarios duraba entre uno y dos años, con algunas pocas excepciones que alcanzaban a los cuatro o cinco años, porque no se trataba de periodismo en el sentido moderno sino de panfletos partidarios que cada vez que cambiaba el gobierno que los sostenía, desaparecían. La Gaceta Mercantil fue una excepción que duró veintinueve años: fundada en 1823 para defender la política de Rosas, dejó de aparecer después de la batalla de Caseros.

 

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, gracias a la Constitución de 1853, el periodismo comienza a ser una profesión en sí misma y no una extensión de la política partidaria (ver El periodismo no es un poder, página 36), pero todavía, periodistas y gobernantes se mezclaban.

 

En el diario Los Debates (1852), fue redactor Mitre; en El Nacional (1852), fue director Vélez Sársfield; en La Tribuna (1854), fue redactor Alsina; en Revista del Plata (1853), fue redactor Pellegrini; en el diario La Paz (1859), fue redactor Mansilla; en El Correo del Domingo (1864), escriben Mármol y Avellaneda; la Revista Argentina (1868) fue dirigida por Pedro Goyena; y el diario La Nación (1870) fue fundado y dirigido por Mitre.

 

Mariano Moreno era un liberal del siglo XIX y Rodolfo Walsh un socialista del sigo XX, pero el “ser para ser” periodista de ambos los unifica en un punto. Moreno imprimía en tapa de La Gazeta la frase: “Sentir lo que se quiere y decir lo que se siente”, y Walsh sostenía que: “El periodismo es libre o es una farsa”.

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso